viernes, 23 de septiembre de 2016

El Ballet Teresa Carreño se va quedando sin repertorio

Los problemas legales van dejando sin repertorio al Ballet Teresa Carreño. La compañía, la única profesional de danza clásica y neoclásica que queda activa en el país, interpretó por más de dos décadas las piezas de quien fuera su director artístico, Vicente Nebrada. Pero al morir el coreógrafo, en 2002, comenzó una disputa entre la Fundación Teatro Teresa Carreño y la de Vicente Nebrada por los derechos de las coreografías.
Esta discusión no se ha resuelto. Mientras tanto, el ballet no puede llevar a escena ninguna obra, solo El Cascanueces, que volverá a cerrar el año y que, junto con Don Quijote y Coppelia (con versiones de Laura Fiorucci), son los únicos títulos completos que posee.
Hubo una época en la que la directiva del teatro decidió eliminar de la programación las obras de Nebreda. Fue después de su fallecimiento, durante la administración de José Luis Pacheco Salazar, para quien la fundación estaría entonces “al servicio de la revolución”. “Un ejemplo son nuestras versiones de Carmen y Amores de barrio adentro”, declaró entonces a Ciudad Caracas.
Cuando Alice Dotta asumió la presidencia de la fundación en 2010, la dinámica cambió. Quien también dirigía la Compañía Nacional de Danza y la coordinadora del teatro, Cristina Fungairiño, retomaron las conversaciones con Zane Wilson, a quien Nebrada nombró como heredero. El ballet pudo danzar La luna y los hijos que tenía Doble corchea en un homenaje que se le hizo al creador en 2012. Pero el gobierno cambió nuevamente la directiva del teatro y la dejó en manos de Saulibeth Rivas. Todo volvió a quedar en silencio.
Cuando el Teresa Carreño es intervenido por “incumplimiento de metas” en diciembre de 2013, llegó a la directiva Gustavo Arreaza. Según una fuente vinculada a la Fundación Vicente Nebrada se reanudaron las negociaciones. “El teatro asumió desde administraciones anteriores que muchas de las obras eran de su propiedad porque fueron bailadas ahí, pero no lo consideramos así. Sin embargo, se está tratando de llegar a acuerdos amistosos para no entrar en conflicto, porque al único que esto perjudica realmente es al bailarín. Esta discusión está en el terreno de ellos, la fundación está dispuesta a conversar; ahora les toca poner la cita”.
Son en total 62 obras las creadas por Nebreda, incluidas unas que hizo a mediados de los años setenta, antes de que existiera la Fundación Teatro Teresa Carreño. “A la fundación no le interesa el dinero, sino iniciar las conversaciones para solucionar una deuda histórica. Pide el reconocimiento no solo moral sino de derecho de explotación que le corresponden al heredero. El teatro no puede presentar las obras sin autorización expresa de la Fundación Nebrada”, agregó.
Una persona cercana al Ballet Teresa Carreño afirmó que ya se vencieron los derechos de La luna y los hijos que tenía, así como los de Doble corchea. Indicó que tampoco cuentan con los de las piezas del coreógrafo Héctor Sanzana —quien estuviera recientemente y por poco más de un año como director artístico de la compañía— y de Mariela Delgado, ambos fuera del país. “Se vencieron las cláusulas y hoy en día si se quiere montar algo de Sanzana no se puede. Si sale una invitación para el ballet, revisas el repertorio y no hay nada”.
Añadió que una de las medidas que se está tomando internamente es presentar las piezas que los bailarines crean con el programa Laboratorio Coreográfico, que lleva cuatro ediciones.

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